Modelo Fásico para la Vinculación Diádica Sexual
De la Atracción a la Consolidación del Vinculo
De la Atracción a la Consolidación del Vinculo
Modelo Fásico para la Vinculación Diádica Sexual - De la Atracción a la Consolidación del Vínculo - Integración de varios modelos teóricos sobre Parejas y sobre la Respuesta Sexual Humana.
Mag. Ariel González Galeano
Psicólogo Clínico Sexólogo
ariel@ecisweb.com - (+595 981) 227695
Asunción, diciembre del 2025
Resumen
El presente artículo propone un modelo secuencial y cualitativo para comprender la vinculación diádica en el contexto sexoafectivo, estructurado en cuatro etapas interdependientes: conquista, seducción, erotismo y consolidación del vínculo. A través de una revisión de la literatura existente sobre teorías de las relaciones de pareja (Gottman, Álvarez-Gayou, Diamond) y modelos de respuesta sexual humana (Masters & Johnson, Kaplan, Basson), así como conceptos específicos como la limeranza (Tenov) y la alamutria (Aller Atucha), se argumenta la necesidad de un modelo integrador que abarque tanto los aspectos conductuales y emocionales de la interacción social como los componentes fisiológicos y psicológicos de la sexualidad. El modelo propuesto busca ofrecer un marco conceptual más detallado para el análisis de las dinámicas de emparejamiento, superando las limitaciones de los modelos lineales previos y enfatizando la progresión del vínculo desde la interacción inicial hasta la consumación relacional.
Introducción
La comprensión de las relaciones de pareja y la sexualidad humana ha sido objeto de estudio en diversas disciplinas, incluyendo la psicología social, la sociología y la sexología. Modelos teóricos clásicos han abordado las etapas del amor y el ciclo vital de la pareja, así como las fases de la respuesta sexual humana (Masters & Johnson, 1966; Kaplan, 1978). Sin embargo, a menudo existe una desconexión conceptual entre los modelos que describen la formación del vínculo afectivo general y aquellos que se centran exclusivamente en la mecánica de la respuesta sexual.
La teoría triangular del amor de Sternberg (1986), por ejemplo, identifica componentes como la intimidad, la pasión y el compromiso, que se combinan para formar diferentes tipos de amor. Otros modelos, como las etapas del amor propuestas por Jed Diamond, se centran en el ciclo vital de la pareja, desde el enamoramiento hasta la superación de crisis y el amor maduro. En el ámbito de la sexología, el modelo de Masters y Johnson (1966) describe la respuesta sexual como un proceso lineal de excitación, meseta, orgasmo y resolución, mientras que Kaplan (1978) añadió el deseo como una fase fundamental. Más recientemente, modelos como el circular de Rosemary Basson (2000) han enfatizado la importancia del contexto relacional y la intimidad emocional como motores del deseo y la respuesta sexual.
El presente trabajo introduce una propuesta teórica que integra la progresión conductual y emocional de la interacción diádica con la experiencia sexual, proponiendo cuatro etapas cualitativamente distintas: conquista, seducción, erotismo y consolidación del vínculo (previamente acto penetrativo, pero re-conceptualizado para abarcar un significado más amplio de conexión profunda). Cada etapa representa un avance en la intimidad y el compromiso, culminando en la expresión física y la consolidación del vínculo sexoafectivo. Este modelo busca ofrecer un marco conceptual más detallado para el análisis de las dinámicas de emparejamiento, superando las limitaciones de los modelos lineales previos y enfatizando la progresión del vínculo desde la interacción inicial hasta la consumación relacional.
El modelo propuesto se estructura de la siguiente manera: la conquista es el estadio inicial, donde la atracción y la evaluación superficial predominan. La seducción implica un aumento de la intimidad emocional e intelectual. El erotismo representa la transición de la intimidad emocional a la intimidad física no coital. Finalmente, la consolidación del vínculo es la culminación de las etapas anteriores, donde la intimidad física y emocional alcanza su máxima expresión, simbolizando un nivel superior de compromiso y reforzando los sentimientos de apego y seguridad.
A través de la integración de las perspectivas teóricas de Gottman, Álvarez-Gayou, Diamond, Sternberg, Tenov, Masters & Johnson, Kaplan, Basson y Aller Atucha, este artículo detallará cada una de estas etapas, proporcionando un marco conceptual robusto para el análisis de las dinámicas de emparejamiento contemporáneas.
Revisión de Otras Propuestas Teóricas
Las teorías existentes sobre la vinculación de pareja se pueden clasificar en diversas vertientes, que van desde el desarrollo afectivo hasta la respuesta sexual y los estados emocionales específicos.
Un modelo fundamental en el estudio de las relaciones es la Teoría Triangular del Amorde Robert J. Sternberg (1986). Sternberg define el amor a través de la interacción de tres componentes: Intimidad (sentimientos de cercanía, conexión y vínculo), Pasión(impulsos que llevan al romance, la atracción física y la consumación sexual) y Compromiso (la decisión de amar a alguien y mantener ese amor a largo plazo).
En la vertiente de la dinámica de pareja, el modelo de la "Casa de la Relación Sólida" de John Gottman (1994) identifica procesos continuos y habilidades esenciales para la longevidad de la relación, como construir "mapas de amor" y gestionar el conflicto de manera constructiva. Juan Luis Álvarez-Gayou Jurgenson propuso la Teoría de los Tres Mundos de la Pareja (Álvarez-Gayou, 2005), que postula la creación de un "tercer mundo" compartido por la diada, cuyo equilibrio con los mundos individuales es clave para la salud de la relación.
En el ámbito del ciclo vital de la pareja, Jed Diamond ha popularizado un modelo de cinco etapas que describe la evolución de las relaciones a largo plazo, desde el enamoramiento inicial hasta el logro de un amor real y duradero a través de la superación de crisis (Diamond, 2000).
En el ámbito de la experiencia emocional intensa, Dorothy Tenov acuñó el término limeranza (limerence) para describir un estado de enamoramiento obsesivo e involuntario, caracterizado por la intrusión del pensamiento sobre el "objeto limerente", un deseo agudo de reciprocidad y una dependencia emocional de la respuesta de la otra persona (Tenov, 1979).
En la vertiente de la respuesta sexual, William Masters y Virginia Johnson (1966) fueron pioneros con su modelo lineal de la respuesta sexual humana, que describe un ciclo fisiológico de cuatro fases: excitación, meseta, orgasmo y resolución. Helen Singer Kaplan (1978) expandió este modelo al añadir el deseo como una fase previa y fundamental, reconociendo un componente psicológico en la respuesta sexual. Rosemary Basson (2000) introdujo un modelo circular de la respuesta sexual femenina que desafía el paradigma lineal tradicional, al sugerir que la motivación para la actividad sexual a menudo se basa en la intimidad emocional y el deseo de cercanía, reforzando la importancia del contexto relacional.
Finalmente, el sexólogo argentino Luis María Aller Atucha ha introducido el concepto de alamutria como un estado o cualidad de la sexualidad que integra la ética, la estética y la plenitud humana, yendo más allá de la simple genitalidad o reproducción.
La propuesta actual busca integrar estas diversas perspectivas, ofreciendo un marco que describe cómo se entrelazan la búsqueda, el cortejo y la progresión hacia la intimidad sexual (nuestras cuatro etapas), considerando la calidad de la interacción diádica, la naturaleza de los estados emocionales, la vivencia plena y ética de la sexualidad, y los modelos fisiológicos y de respuesta sexual.
Etapas de la Vinculación Diádica Sexual Propuesta
El modelo propuesto se compone de cuatro etapas secuenciales, aunque no estrictamente lineales, ya que puede haber retroalimentación entre ellas. La transición entre etapas depende del consenso, la comunicación recíproca y el aumento progresivo de la intimidad.
Etapa 1: Conquista - El Inicio del Vínculo Diádico y la Danza del Cortejo
La etapa de conquista es el estadio inicial, marcado por la incertidumbre, la esperanza y la neuroquímica de la atracción. Su función es atraer la atención y evaluar la compatibilidad potencial. Las conductas incluyen contacto visual, sonrisas y conversaciones superficiales, diseñadas para encontrar puntos en común y recopilar datos iniciales, la génesis de los "mapas de amor" de Gottman.
Integración Teórica: Se alinea con la fase de enamoramiento de Diamond y la pasión incipiente de Sternberg. Puede manifestarse como limeranza (Tenov). Es anterior a los modelos de respuesta sexual y establece el tono ético (alamutria) y la base para el "tercer mundo" de Álvarez-Gayou. El rechazo es un riesgo inherente; la reciprocidad es el catalizador para la siguiente etapa.
La primera etapa del modelo de vinculación diádica propuesto, la conquista, representa el momento fundacional de la relación, donde dos individuos pasan de ser extraños a interactuantes con un propósito relacional incipiente. Esta fase es un proceso dinámico de evaluación mutua, comunicación estratégica y despliegue de señales de interés, enraizado en mecanismos evolutivos de selección de pareja y mediado por complejas normas socioculturales.
Conceptualización y Características Clave
La conquista es un estadio preliminar marcado por la incertidumbre, la esperanza y, a menudo, una intensa excitación. Su función principal es doble: por un lado, busca atraer la atención y el interés del otro individuo y, por otro, permite a los participantes evaluar la compatibilidad potencial y la disponibilidad del otro para iniciar un vínculo. Es el territorio donde se manifiestan las "tácticas de cortejo" (tactics of courtship), que pueden variar drásticamente entre culturas y géneros, pero que universalmente implican un esfuerzo consciente o subconsciente por presentarse de la manera más atractiva posible.
Mecanismos Psicológicos y Conductuales
Psicológicamente, esta etapa está dominada por la neuroquímica inicial de la atracción. La liberación de dopamina y norepinefrina, asociadas con el placer y la excitación, intensifica el interés y la motivación por la interacción. Las conductas observables son variadas: el contacto visual prolongado, las sonrisas, el uso de un lenguaje corporal abierto, el cuidado de la apariencia personal y el inicio de conversaciones superficiales, pero estratégicas, diseñadas para encontrar puntos en común.
Los "mapas de amor" de Gottman (1994), que se desarrollan más adelante en la relación, tienen aquí su génesis. La conquista es el momento de la "recolección de datos" inicial: ¿Qué le interesa a esta persona? ¿Qué valora? ¿Es soltera/o? Estas preguntas se responden a través de un intercambio de información cuidadosamente dosificado.
Integración de Propuestas Teóricas
La etapa de conquista se enriquece con la integración de diversas perspectivas teóricas:
Teoría Triangular del Amor (Sternberg): En la conquista, los componentes del modelo de Sternberg (1986) comienzan a emerger de forma incipiente. La pasión es a menudo el primer componente que aparece con fuerza, impulsando la atracción física y el deseo de unirse. La intimidad se limita a una conexión superficial, mientras que el compromiso es inexistente o, en el mejor de los casos, una posibilidad abstracta. El objetivo de la conquista es fomentar estos componentes lo suficiente como para pasar a la siguiente fase.
Limeranza (Tenov): Este estado de enamoramiento obsesivo (limerence) puede manifestarse intensamente durante la conquista. Dorothy Tenov (1979) describe la limeranza como un estado involuntario que genera una rumiación constante sobre el objeto de afecto y un deseo agudo de reciprocidad. Esta experiencia emocional puede ser un potente motor para las conductas de cortejo, llevando a esfuerzos significativos para interactuar con la persona deseada. La limeranza, con su base en la idealización, es un fenómeno común en esta etapa inicial y puede influir en la percepción de la pareja potencial.
Etapas del Amor (Diamond): Esta etapa se alinea perfectamente con la fase inicial de "enamoramiento" o "luna de miel" de Jed Diamond. Se caracteriza por la idealización y la emoción intensa, un período donde las diferencias individuales son minimizadas y la atención se centra en las similitudes y las cualidades positivas del otro. Esta fase de euforia es un mecanismo que facilita la inversión de tiempo y energía necesarios para construir el vínculo inicial antes de enfrentar las realidades más complejas de una relación a largo plazo.
Teoría de la "Casa de la Relación Sólida" (Gottman): Aunque Gottman se centra en relaciones establecidas, la semilla de la relación sólida se planta aquí. La capacidad de interactuar positivamente y construir una base de afecto comienza con el primer contacto y la primera impresión.
Teoría de los Tres Mundos (Álvarez-Gayou): En la conquista, los individuos están evaluando si sus "mundos" individuales (sus historias, pasiones, círculos sociales) son compatibles y si existe el potencial para crear un "tercer mundo" compartido. La comunicación inicial es clave para esta exploración.
Concepto de Alamutria (Aller Atucha): Si bien la alamutria se refiere a una vivencia sexual plena y ética, la conquista establece el tono ético de la interacción. El respeto, el consentimiento inicial y la comunicación honesta de intenciones son los pilares éticos que, desde el inicio, deben guiar la interacción para alcanzar esa "alamutria" en etapas posteriores.
Modelos de Respuesta Sexual (Masters & Johnson, Kaplan, Basson): Estos modelos se centran en la respuesta fisiológica o el deseo (Kaplan, 1978; Masters & Johnson, 1966), pero nuestra etapa de conquista se sitúa en un momento anterior, en la prehistoria del deseo sexual. El modelo circular de Basson (2000) sugiere que la motivación para la intimidad puede surgir de la necesidad de cercanía; la conquista es el primer paso para establecer esa cercanía potencial, antes de que la receptividad sexual sea relevante.
El Rol del Rechazo y el Consenso Inicial
Es fundamental destacar que la conquista implica un riesgo inherente de rechazo. La reciprocidad es el catalizador que permite la transición a la etapa de seducción. El consentimiento, aunque no siempre explícito verbalmente en esta fase inicial, se negocia a través de la comunicación no verbal y la respuesta a las invitaciones sociales. Un interés mutuo y correspondido es el requisito indispensable para avanzar en el proceso de vinculación diádica. Sin este consenso tácito, la interacción se disuelve y la potencial diada no llega a formarse.
Conclusión de la Etapa 1
La etapa de conquista es, por tanto, un período de alta inversión estratégica y emocional, donde se siembran las semillas de la futura relación. Define la viabilidad del vínculo y establece las bases para la intimidad que se desarrollará en las etapas subsiguientes. La transición exitosa a la seducción depende de la habilidad de los participantes para navegar esta fase con éxito, interpretando y respondiendo adecuadamente a las señales de interés y compatibilidad mutua, e integrando, consciente o inconscientemente, los principios de respeto, comunicación y evaluación mutua que subyacen a las diversas teorías de pareja y sexualidad, desde la pasión de Sternberg hasta el potencial de un "tercer mundo" saludable según Álvarez-Gayou.
Etapa 2: Seducción - La Construcción de la Intimidad Emocional y la Atracción Consciente
Tras la conquista, la seducción profundiza la interacción, forjando una conexión emocional significativa. El objetivo es consolidar un vínculo afectivo y generar un deseo recíproco. Se caracteriza por un aumento de la autorevelación, comunicación intensificada, exploración de compatibilidad profunda y generación de tensión sexual.
Integración Teórica: Fomenta la intimidad y la pasión de Sternberg, y ayuda a transformar la limeranza en afecto estable. Se superpone con el "comienzo de la relación real" de Diamond y es esencial para construir los "mapas de amor" de Gottman. Es el momento crucial donde se habita el "tercer mundo" de Álvarez-Gayou y se gesta la "motivación para la intimidad emocional" de Basson. La transición al erotismo requiere una decisión consciente y mutua.
Tras la fase inicial de la conquista, donde la atracción y la evaluación superficial predominan, la etapa de seducción marca un punto de inflexión crucial en la vinculación diádica. En esta fase, la interacción se profundiza, la comunicación adquiere matices más personales y se comienza a forjar una conexión emocional significativa que servirá de catalizador para la intimidad física. La seducción es un proceso consciente y deliberado de incrementar el interés del otro a través de la revelación mutua y la creación de un espacio compartido de vulnerabilidad y confianza.
Conceptualización y Características Clave
A diferencia de la conquista, que puede ser breve y superficial, la seducción es un proceso más prolongado y complejo. El objetivo ya no es solo captar la atención, sino consolidar un vínculo afectivo y generar un deseo recíproco de exclusividad y mayor intimidad. Esta etapa se caracteriza por:
Aumento de la Autorevelación: Los participantes comienzan a compartir información más personal, sueños, miedos, valores y experiencias pasadas. Esta vulnerabilidad compartida es fundamental para construir la confianza.
Comunicación Intensificada: Las interacciones se vuelven más frecuentes, íntimas y profundas. El uso de mensajes de texto, llamadas y citas más estructuradas reemplaza la interacción casual.
Exploración de la Compatibilidad Profunda: Se evalúan no solo los intereses superficiales, sino también la alineación de valores, metas a largo plazo y estilos de vida.
Generación de Tensión Sexual: Aunque el contacto físico puede seguir siendo mínimo (besos, caricias breves), la atmósfera se carga de una expectativa erótica creciente.
Mecanismos Psicológicos y Conductuales
Psicológicamente, la seducción se basa en la reciprocidad y la validación. Cuando un individuo se abre y es correspondido con aceptación y respeto, el vínculo afectivo se refuerza. Este proceso está relacionado con la teoría del apego, donde la diada comienza a construir un sentido de seguridad y confianza mutua.
Integración de Propuestas Teóricas
Teoría Triangular del Amor (Sternberg): La seducción es el terreno fértil para el desarrollo de la intimidad (cercanía y conexión) y la intensificación de la pasión(atracción física y romántica) de Sternberg (1986). Es en esta etapa donde la intimidad florece a través de la autorevelación, mientras que la pasión, aunque presente en la conquista, se vuelve más enfocada y recíproca. El compromiso aún se encuentra en un estado naciente o de deliberación, pero la calidad de la intimidad y la pasión construidas aquí informarán la decisión de comprometerse más adelante.
Limeranza (Tenov): La limeranza puede persistir o intensificarse durante la seducción. El deseo de reciprocidad de Tenov (1979) es fundamental en esta etapa; la seducción exitosa proporciona la "evidencia" de esa reciprocidad, lo que puede aliviar la ansiedad limerente y dar paso a un vínculo más estable.
Etapas del Amor (Diamond): Esta fase se superpone con la transición de la "luna de miel" al "comienzo de la relación real" en el modelo de Diamond. A medida que la idealización de la conquista se desvanece, la seducción exitosa permite a la pareja navegar las primeras diferencias con comunicación y respeto.
Teoría de la "Casa de la Relación Sólida" (Gottman): En la seducción, las parejas comienzan a construir los "mapas de amor" detallados de Gottman (1994). La comunicación profunda es esencial para este proceso de conocimiento mutuo. Fomentar el afecto y la admiración, pilares clave de su modelo, se nutren en esta etapa.
Teoría de los Tres Mundos (Álvarez-Gayou): La seducción es el momento crucial donde se empieza a habitar y construir activamente el "tercer mundo" compartido. A través de actividades conjuntas, la pareja define su espacio relacional.
Concepto de Alamutria (Aller Atucha): La seducción contribuye a la alamutria futura al establecer un marco de respeto y ética relacional. La comunicación sobre expectativas y límites sexuales que ocurre en esta fase asegura que la progresión hacia la intimidad física sea consciente y responsable.
Modelos de Respuesta Sexual (Masters & Johnson, Kaplan, Basson): La seducción es el preludio directo al modelo circular de Basson (2000). Es aquí donde se gesta la "motivación para la intimidad emocional" que a menudo precede al deseo sexual, especialmente en mujeres. Para Kaplan (1978), la seducción alimenta la fase de "deseo".
El Rol del Consenso y la Progresión
La seducción es un proceso de invitación continua. El avance hacia una mayor intimidad, ya sea emocional o física, requiere un consentimiento tácito o explícito y una calibración constante de los límites de la pareja. El fracaso en la lectura de estas señales puede detener la progresión de la diada. La transición de la seducción al erotismo no es automática, sino que requiere una decisión consciente por parte de ambos individuos de llevar el vínculo al plano físico, informada por la confianza y la seguridad construidas durante esta etapa crucial.
Conclusión de la Etapa 2
La etapa de seducción es fundamental para dotar de profundidad y significado a la vinculación diádica. Es el puente entre la atracción superficial de la conquista y la intimidad física del erotismo y la consolidación del vínculo. Sin una seducción efectiva, que construya confianza e intimidad emocional, las etapas físicas subsiguientes carecerían de un fundamento relacional sólido. Esta fase garantiza que el encuentro sexual posterior sea una expresión de un vínculo, y no solo un acto mecánico, integrando las complejidades emocionales y relacionales propuestas por los diversos teóricos.
Etapa 3: Erotismo - La Exploración del Placer Mutuo y la Intimidad Física No Penetrante
El erotismo introduce la dimensión física explícita, abarcando comportamientos sexuales que no necesariamente culminan en la penetración (besos, caricias, estimulación). Es un espacio de juego, descubrimiento y aprendizaje compartido, enfocado en el placer recíproco y la comunicación sexual.
Integración Teórica: Es la manifestación directa de la pasión de Sternberg. Coincide con las fases de excitación y meseta de Masters y Johnson y la manifestación del deseo de Kaplan. Se alinea perfectamente con la alamutria de Aller Atucha y refuerza el vínculo al confirmar la aceptación física mutua. La calidad de esta etapa está ligada a la salud de la diada (Gottman). La progresión depende del deseo mutuo de la experiencia copulativa.
Tras establecer una base sólida de confianza e intimidad emocional durante la etapa de seducción, la tercera fase del modelo de vinculación diádica, el erotismo, introduce la dimensión física explícita. Esta etapa se define por la transición de la comunicación verbal y emocional a la comunicación táctil y sensorial. El erotismo es el período de la exploración física mutuamente consensuada que precede al acto copulativo, abarcando una amplia gama de comportamientos sexuales que no necesariamente culminan en la penetración, pero que son vitales para el desarrollo de una vida sexual satisfactoria en la diada.
Conceptualización y Características Clave
El erotismo es un espacio de juego, descubrimiento y aprendizaje compartido. Su objetivo principal es la obtención de placer mutuo, la comunicación de preferencias sexuales y la intensificación de la excitación. Se caracteriza por:
Exploración Sensorial: El foco pasa del diálogo al tacto, los besos, las caricias en zonas erógenas, la estimulación manual u oral mutua y el uso de juguetes sexuales, si es el caso.
Comunicación Sexual Explícita: Esta etapa requiere un nivel avanzado de comunicación sobre lo que gusta, lo que no gusta, y los límites personales. El lenguaje corporal y las respuestas vocales son cruciales para guiar a la pareja.
Aumento de la Excitación Fisiológica: Corresponde directamente con las fases de excitación y meseta de los modelos de respuesta sexual, donde el cuerpo experimenta cambios fisiológicos como la vasocongestión, el aumento del ritmo cardíaco y la lubricación/tumescencia.
Enfoque en el Placer Recíproco: A diferencia de una visión egocéntrica, esta etapa se centra en dar y recibir placer dentro de un contexto de cuidado mutuo y respeto por la pareja.
Mecanismos Psicológicos y Conductuales
Psicológicamente, el erotismo es un laboratorio para la vulnerabilidad física. Exponer el propio cuerpo y sus respuestas al placer requiere un grado de confianza que solo se logra en las etapas anteriores. Esta fase refuerza el vínculo al confirmar la aceptación física mutua y la capacidad de la pareja para generar placer.
Integración de Propuestas Teóricas
Teoría Triangular del Amor (Sternberg): El erotismo es la manifestación directa de la pasión de Sternberg (1986) en acción, fusionada con la intimidad ya desarrollada en la etapa de seducción. La intensidad de la pasión alcanza su punto máximo a medida que la excitación física aumenta.
Limeranza (Tenov): La experiencia erótica puede ser un punto de inflexión para la limeranza (Tenov, 1979). La confirmación física de la reciprocidad a través de la intimidad erótica puede ayudar a transformar la obsesión limerente en un afecto más estable.
Etapas del Amor (Diamond): Esta etapa se sitúa en la fase de "comienzo de la relación real" o, idealmente, en la superación de las primeras crisis. El erotismo satisfactorio y la comunicación sexual son herramientas vitales para fortalecer su conexión.
Teoría de la "Casa de la Relación Sólida" (Gottman): La calidad de esta etapa está profundamente ligada a la salud de la diada, como lo postula Gottman (1994). Las parejas que mantienen una comunicación abierta en otros ámbitos suelen tener más facilidad para negociar y disfrutar del erotismo.
Teoría de los Tres Mundos (Álvarez-Gayou): El erotismo es una actividad clave dentro del "tercer mundo" compartido de la pareja. La habilidad de los miembros para fusionar sus deseos individuales en una experiencia compartida y placentera es un indicador de un equilibrio saludable en la diada.
Concepto de Alamutria (Aller Atucha): El erotismo es el terreno donde florece la alamutria. La búsqueda consciente del placer mutuo, la ética del consentimiento y el respeto por el cuerpo del otro se alinean perfectamente con la visión de Aller Atucha de una sexualidad plena, ética y estética.
Modelos de Respuesta Sexual (Masters & Johnson, Kaplan, Basson): El erotismo abarca las fases de excitación y meseta de Masters y Johnson (1966). Para Kaplan (1978), el erotismo es la manifestación conductual del deseo. Desde la perspectiva de Basson (2000), el erotismo es el momento en que los "estímulos sexuales efectivos" se encuentran con la receptividad de la pareja, transformando la neutralidad sexual en excitación y, posteriormente, en deseo de continuar.
El Rol del Consenso y la Progresión
La importancia del consentimiento es primordial en la etapa de erotismo. Es un diálogo continuo de señales verbales y no verbales que indican qué es placentero y qué no lo es. El respeto por los límites establece la seguridad necesaria para una exploración sexual sana.
El erotismo es, a menudo, una etapa satisfactoria por sí misma, y no siempre tiene que conducir al acto penetrativo. Sin embargo, en el contexto del modelo propuesto, una progresión exitosa a la etapa 4 implica que ambos miembros de la diada se sienten cómodos, excitados y deseosos de llevar la intimidad al siguiente nivel de consumación sexual. La transición se produce cuando existe un deseo mutuo de la experiencia copulativa.
Conclusión de la Etapa 3
La etapa de erotismo es fundamental para una vida sexual plena y para la consolidación del vínculo diádico. Proporciona la experiencia práctica de la intimidad física y el placer compartido, construyendo una base de satisfacción sexual que refuerza la relación en su totalidad. Es el puente placentero que conecta la intimidad emocional con la consolidación del vínculo, garantizando que el encuentro sexual posterior sea una experiencia deseada, consensuada y cargada de significado relacional.
Etapa 4: Consolidación del Vínculo - Culminación, Consumación y Fortalecimiento del Vínculo Diádico
La etapa de consolidación del vínculo (o acto penetrativo en su faceta física) representa la máxima expresión de la intimidad y el compromiso. Implica la integración de todos los componentes, reforzando los sentimientos de apego y seguridad.
Integración Teórica: Involucra los tres componentes de Sternberg, con un énfasis en el compromiso solidificado. Ayuda a transformar la limeranza en amor estable. Se alinea con el logro del "amor real" de Diamond y se apoya en los pilares de Gottman. El acto se vuelve una actividad clave dentro del "tercer mundo" de Álvarez-Gayou y contribuye a la alamutria (Aller Atucha). La satisfacción generada retroalimenta el ciclo de intimidad y deseo (Basson). La consolidación es un proceso continuo que requiere intención y cuidado mutuo.
La cuarta y última etapa del modelo de vinculación diádica propuesto, la consolidación del vínculo, representa la culminación física y emocional del proceso que se inició con la conquista y progresó a través de la seducción y el erotismo. Esta fase no debe entenderse meramente como un evento biológico o mecánico (aunque puede incluir el acto penetrativo), sino como una experiencia profundamente cargada de significado relacional, emocional y simbólico. Es la máxima expresión de la intimidad y el compromiso dentro del marco de la diada.
Conceptualización y Características Clave
La consolidación del vínculo se manifiesta a través de diversas expresiones de intimidad y compromiso que van más allá de las fases iniciales. Su función es vital para la sostenibilidad y el crecimiento de la relación:
Afianzamiento de la Intimidad: Es la realización de una conexión emocional y física donde la confianza y la vulnerabilidad mutua se profundizan.
Refuerzo Neuroquímico del Apego: Momentos de cercanía y conexión (incluyendo la actividad sexual) liberan neurotransmisores como la oxitocina, reforzando los sentimientos de apego, confianza y satisfacción mutua.
Satisfacción y Bienestar Compartido: Esta etapa se asocia con una sensación general de bienestar y plenitud derivada de la seguridad y el apoyo que ofrece la relación.
Simbolismo de Unión y Compromiso: Representa un paso hacia un nivel superior de compromiso y exclusividad, marcando hitos importantes en la trayectoria de la pareja, que pueden incluir la decisión de cohabitar, casarse o tener hijos.
Mecanismos Psicológicos y Conductuales
Psicológicamente, la solidez del vínculo consolidado depende de la calidad de las etapas previas. Una base sólida de conquista, seducción y erotismo saludable facilita una conexión profunda y significativa en esta fase. Por el contrario, carencias en las etapas anteriores pueden generar inseguridad o dificultades para alcanzar una verdadera consolidación.
La consolidación requiere una adaptación continua y una inversión mutua en la relación. La comunicación abierta y honesta sigue siendo fundamental para nutrir el vínculo, manejar las expectativas y adaptarse a los cambios a lo largo del tiempo.
Integración de Propuestas Teóricas
Teoría Triangular del Amor (Sternberg): La consolidación del vínculo en esta etapa implica la interacción de los tres componentes del amor: pasión, intimidad y, fundamentalmente, el compromiso (Sternberg, 1986). Es en esta fase donde el compromiso se solidifica, manifestándose en decisiones conscientes de mantener la relación a largo plazo.
Limeranza (Tenov): En esta etapa, si la relación ha progresado saludablemente, la intensidad de la limeranza (Tenov, 1979) tiende a dar paso a un amor más sereno y basado en el apego. La validación continua y la reciprocidad en la conexión consolidan el vínculo, reduciendo la necesidad de la idealización obsesiva.
Etapas del Amor (Diamond): Esta etapa se alinea con la superación de crisis y el logro del "amor real" en el modelo de Diamond. Una conexión consolidada permite a la pareja enfrentar desafíos de manera efectiva, utilizando la base de seguridad y confianza construida para navegar las dificultades y fortalecerse mutuamente.
Teoría de la "Casa de la Relación Sólida" (Gottman): El enfoque de Gottman (1994) enfatiza que una relación consolidada se apoya en pilares como la construcción de "mapas de amor" detallados, el fomento del cariño y la admiración, la gestión constructiva del conflicto y la creación de significado compartido.
Teoría de los Tres Mundos (Álvarez-Gayou): En la consolidación, el "tercer mundo" compartido de la pareja se vuelve más rico y complejo. Implica una integración más profunda de los "mundos" individuales, donde las necesidades y deseos de ambos se entrelazan de manera respetuosa y equitativa dentro del espacio común de la relación. Se construye una identidad de pareja más definida.
Concepto de Alamutria (Aller Atucha): El vínculo consolidado en el contexto de una diada saludable es una manifestación de la alamutria. Implica una vivencia relacional consciente, responsable y gozosa, donde la ética, la estética y la plenitud humana se integran en una experiencia de unión duradera y significativa.
Modelos de Respuesta Sexual (Masters & Johnson, Kaplan, Basson): El acto sexual, si ocurre, coincide con las fases de orgasmo y resolución. La satisfacción resultante es crucial, ya que es el motor que retroalimenta el ciclo y genera el deseo de futura intimidad (Basson, 2000).
El Rol de la Intención y la Continuidad
La consolidación del vínculo requiere una intención consciente y continua por parte de ambos miembros de la pareja para nutrir la relación. Es una elección diaria de invertir tiempo, energía y afecto en el crecimiento mutuo y en el mantenimiento de la conexión. La consolidación no es un punto final, sino un proceso continuo de profundización y adaptación. Una relación consolidada está mejor equipada para enfrentar los cambios de la vida y fortalecerse a través de ellos, sentando las bases para una conexión duradera y significativa que puede renovarse y evolucionar con el tiempo.
Conclusión de la Etapa 4
La etapa de consolidación del vínculo representa la culminación del proceso de conexión diádica, enfocándose en el fortalecimiento de la intimidad, el compromiso y el apego. Es un momento crucial donde la relación se establece sobre una base sólida de confianza y cuidado mutuo, permitiendo a la pareja crecer junta y enfrentar los desafíos de la vida como una unidad. Al entender esta etapa en el contexto de las fases previas y las diversas teorías de relaciones, se reconoce su papel fundamental en la construcción de un amor duradero y una conexión humana profunda y significativa.
Fortalezas y Limitaciones del Modelo Propuesto de Vinculación Diádica Sexual
El modelo propuesto de vinculación diádica sexual, que comprende las etapas de conquista, seducción, erotismo y consolidación del vínculo (acto penetrativo), ofrece un marco integrador que aborda la progresión de la relación desde la atracción inicial hasta la intimidad profunda. Sin embargo, como todo modelo teórico, presenta fortalezas y limitaciones que deben ser consideradas para su aplicación y futuras investigaciones.
Fortalezas del Modelo
Integración Holística: La principal fortaleza del modelo es su capacidad para integrar perspectivas dispares sobre relaciones y sexualidad. Combina elementos de la psicología social (Gottman, Álvarez-Gayou), la sexología (Masters & Johnson, Kaplan, Basson, Aller Atucha) y la teoría del amor (Sternberg, Tenov), creando un marco más completo que los modelos unifocales.
Secuencialidad Lógica y Flexible: El modelo propone una progresión fásica (de la conquista a la consolidación) que refleja intuitivamente cómo se desarrollan muchas relaciones. Sin embargo, su diseño permite cierta flexibilidad, reconociendo que las parejas pueden moverse entre etapas o estancarse en una de ellas, lo que le otorga aplicabilidad a una gama más amplia de experiencias relacionales.
Énfasis en el Contexto Relacional: A diferencia de los modelos de respuesta sexual puramente fisiológicos (Masters & Johnson), este modelo sitúa la sexualidad dentro de un contexto de construcción de vínculos, intimidad y comunicación, lo que resuena con la experiencia humana real y es consistente con modelos más recientes como el de Basson.
Relevancia Ética y Consciente: La inclusión de conceptos como la "alamutria" de Aller Atucha desde las primeras etapas (conquista y seducción) introduce una dimensión ética de respeto, consentimiento y plenitud consciente, lo cual es crucial para una sexualidad saludable y responsable.
Aplicabilidad Clínica y Educativa: El modelo puede ser una herramienta útil para terapeutas de pareja y educadores sexuales al proporcionar un lenguaje común y una estructura para identificar en qué punto de su desarrollo se encuentra una pareja y qué habilidades (comunicación, manejo de conflictos, expresión erótica) pueden necesitar fortalecer.
Limitaciones del Modelo
Potencial Linealidad Impuesta: Aunque se pretende flexible, la estructura fásica puede sugerir inadvertidamente una progresión lineal "ideal" que no se aplica a todas las relaciones. Algunas parejas pueden experimentar las etapas de manera desordenada, saltarse fases o no aspirar a la consolidación (e.g., relaciones puramente casuales que se estancan en erotismo/conquista), lo que limitaría la universalidad del modelo.
Sesgo Cultural Occidental: El modelo se basa principalmente en teorías desarrolladas en contextos occidentales (EE. UU., Europa, México, Argentina), y puede no reflejar con precisión las dinámicas de emparejamiento y sexualidad en culturas no occidentales, donde las normas sociales y las expectativas de emparejamiento pueden ser radicalmente diferentes (e.g., matrimonios arreglados).
Complejidad en la Medición: La medición empírica de constructos como la "limeranza", la "alamutria" o incluso la "seducción" puede ser subjetiva y difícil de operativizar para fines de investigación cuantitativa rigurosa, lo que podría dificultar la validación empírica del modelo propuesto.
Ambigüedad en la Transición de Etapas: Los criterios exactos para pasar de una etapa a la siguiente (e.g., de la seducción al erotismo) no están claramente definidos y pueden variar significativamente entre parejas, lo que genera cierta ambigüedad en su aplicación práctica sin una evaluación cualitativa profunda.
Re-conceptualización del Acto Penetratico: El cambio de "acto penetrativo" a "consolidación del vínculo" es un ajuste conceptual importante, pero podría generar confusión si no se aclara que la consolidación puede o no incluir el acto físico, dependiendo de las preferencias y acuerdos de la pareja.
El modelo de vinculación diádica sexual ofrece un marco conceptual valioso por su riqueza teórica e integradora. Para maximizar su utilidad, es esencial reconocer sus limitaciones y aplicarlo con sensibilidad cultural y flexibilidad clínica.
Conclusión
El modelo propuesto de vinculación diádica sexual ofrece un marco conceptual integrador para el estudio de la vinculación diádica y su progresión sexual. Al combinar aspectos de los modelos de desarrollo de pareja y los modelos de respuesta sexual, proporciona una visión más holística de cómo se forman y consolidan las relaciones íntimas. Este modelo puede servir como base para futuras investigaciones y aplicaciones clínicas en terapia de pareja y educación sexual, ayudando a comprender las dinámicas complejas que subyacen a la intimidad humana.
Referencias Bibliográficas
Álvarez-Gayou Jurgenson, J. L. (Año de publicación, ej. 2005). Sexualidad en la pareja. Manual Moderno.
Basson, R. (2000). The female sexual response: A different model. Journal of Sex & Marital Therapy, 26(1), 51-65.
Diamond, J. (Año de publicación, ej. 2000). Male menopause. Sourcebooks, Inc.
Gottman, J. M. (1994). Why marriages succeed or fail: And how you can make yours last. Simon & Schuster.
Kaplan, H. S. (1978). Tratamiento de los trastornos sexuales.
Masters, W. H., & Johnson, V. E. (1966). Human Sexual Response. Little Brown & Co.
Sternberg, R. J. (1986). A triangular theory of love. Psychological Review, 93(2), 119-135.
Tennov, D. (1979). Love and limerence: The experience of being in love. Stein and Day.